domingo, 5 de julio de 2009

Adios

Adios Caballero andante. Genial de porte y noble de corazón. Siempre te recordaré como el hombre que fuiste y que llenaste de alegría con cada encuentro que teníamos. Fuiste el nexo de unión entre una familia rota y llena de odio y lograste mantener unido todo un cúmulo de esperanzas. Frases como "La familia debe ser lo más importante", "No se lo tengas en cuenta, al fin y al cabo es tu hermana", "No se puede guardar rencor, ¿Por qué no quedan una tarde y así se reconcilian?"...

Son palabras de un hombre sabio que intentaré llevar en el corazón, ya que hasta el final me enseñó una forma de vivir. Ojalá pudiera llegar hasta donde llegaste tú con la misma fuerza con lo que lo hiciste.

Adiós abuelo.


jueves, 2 de julio de 2009

Miedo

¿Alguna vez has pensado en lo que es el miedo?. Esa sensación que te sube por la espina dorsal y no te deja mover. El agobio de sentir que algo malo está pasando y no poder solucionarlo... Encontrarte en una encrucijada y temblar ante la decisión que debes tomar. No temo a la vida ni a lo que hay en ella, pero sí temo a las decisiones tomadas en el pasado, ya que no se pueden borrar.

Palabras duras, palabras veraces que hacen daño, palabras que hoy por hoy no dicen nada pero que en su momento formaron la espada que hoy cuelga del vacío manchada de rencores. Quiero pedir perdón a aquellas personas que herí, que me quisieron y yo huí. Tengo miedo a perder, miedo a sufrir, miedo... por seguir adelante, por no cumplir las espectativas de no superar los 17. Ahora me doy cuenta del terrible error que supone. Me marcaron a fuego y aun lloro por las personas a las que entregué parte de mí y me devolvieron cenizas.

Por eso... Amigos mios, Gracias por estar ahí y por hacer de mi lo que soy.

Yoli.

Monólogo

Ser o no ser, esa es la cuestión:
si es más noble para el alma soportar
las flechas y pedradas de la áspera Fortuna
o armarse contra un mar de adversidades
y darles fin en el encuentro. Morir: dormir,
nada más. Y si durmiendo terminaran
las angustias y los mil ataques naturales
herencia de la carne, sería una conclusión
seriamente deseable. Morir, dormir:
dormir, tal vez soñar. Sí, ese es el estorbo;
pues qué podríamos soñar en nuestro sueño eterno
ya libres del agobio terrenal,
es una consideración que frena el juicio
y da tan larga vida a la desgracia. Pues, ¿quién
soportaría los azotes e injurias de este mundo,
el desmán del tirano, la afrenta del soberbio,
las penas del amor menospreciado,
la tardanza de la ley, la arrogancia del cargo,
los insultos que sufre la paciencia,
pudiendo cerrar cuentas uno mismo
con un simple puñal? ¿Quién lleva esas cargas,
gimiendo y sudando bajo el peso de esta vida,
si no es porque el temor al más allá,
la tierra inexplorada de cuyas fronteras
ningún viajero vuelve, detiene los sentidos
y nos hace soportar los males que tenemos
antes que huir hacia otros que ignoramos?
La conciencia nos vuelve unos cobardes,
el color natural de nuestro ánimo
se mustia con el pálido matiz del pensamiento,
y empresas de gran peso y entidad
por tal motivo se desvían de su curso
y ya no son acción. - Pero, alto:
la bella Ofelia. Hermosa, en tus plegarias
recuerda mis pecados.

Desaparicion

Como siempre me pasa, he perdido el acceso al anterior blog, pero mejor. Así podré empezar de nuevo a escribir y a ver si en esta ocasion soy más activa.

Sin mucho mas que contar.
Besitos.